En el marco del hinduismo, el dios Balarama es el hermano mayor del dios Krisná.
En escritura devanagari se escribe बलराम, bala-rāma (‘fuerza-placer’ o el placer de la fuerza, en sánscrito). También se lo conoce como
En el visnuismo y en el krisnaísmo (dos ramas del hinduismo) y en varias religiones del Sur de la India, se adora a Balarama como un avatar del dios Visnú. Es enumerado como tal en el Bhagavata-purana (siglo X d. C.).[1] Se le conoce también como una manifestación de Shesha, la gigantesca serpiente sobre la que descansa Visnú.
El Bhagavata-purana describe a Krisná como la Personalidad de Dios, de quien emana Visnú y otros dioses. Como parte de esta emanación divina, la primera expansión de Krisná es Balarama. De Balarama aparecen todas las demás encarnaciones de Dios. De las tres características espirituales de Dios descritas en los textos sánscritos, sat, cit y ananda (eternidad, conocimiento y bienaventuranza), Balarama está a cargo de la eternidad y el conocimiento. Por eso es adorado como adi-gurú (maestro principal).