Celos

Josef Burgwinkel y Tiana Lemnitz escenifican una escena de celos.

Los celos (también celambre[1]​ o celera)[2]​ son una respuesta a una ruptura del equilibrio emocional que surge cuando una persona percibe la amenaza o siente la posibilidad de pérdida hacia algo que considera propio. Si bien se puede experimentar celos en muchos tipos de relaciones (p. ej., entre hermanos o amigos) comúnmente, se denomina celos en particular a los celos amorosos, celos sentimentales, celos románticos, o achares,[3]​ esto es, a la inseguridad creada por la sola probabilidad, sospecha o inquietud de que la persona amada preste atención en favor de otra, generando incomodidad. Es tomada como una forma de posesión sobre otra persona, aunque la duda constante sobre si se posee o no a la otra persona sea la que desate la incomodidad. Por esta razón, también se mal conoce así al sentimiento de envidia hacia el éxito, posición o posesión de otra persona.

White (1981) definió los celos como una combinación multifacética de pensamientos, emociones (p. ej., ira, miedo, tristeza) y comportamientos que surge en respuesta a amenazas reales o percibidas contra la calidad o existencia de una relación.[4]​ Estas amenazas son a menudo generadas por el miedo a potencialmente perder la pareja ante un «rival o competidor real o imaginado».[5]​Sus manifestaciones son diversas, yendo desde una leve inquietud hasta una angustia intensa, girando a menudo alrededor de ansiedades relacionadas con la fidelidad, atención o afecto de una pareja.[6]

Los celos son una experiencia típica en relaciones humanas, y se han observado en bebés de tan sólo cinco meses.[7][8][9][10]​ Algunos investigadores afirman que los celos se ven en todas las culturas y son un rasgo universal.[11][12][13]​ Sin embargo, otros afirman que los celos son una emoción específica de una cultura.[14]

Los celos pueden ser sospechosos o reactivos,[15]​ y a menudo se refuerzan como una serie de emociones particularmente fuertes y se construyen como una experiencia humana universal. Psicólogos han propuesto varios modelos para estudiar los procesos subyacentes a los celos y han identificado factores que dan lugar a los celos.[16]Sociólogos han demostrado que las creencias culturales y valores juegan un papel importante en la determinación de lo que desencadena los celos y lo que constituye expresiones socialmente aceptables de celos.[17]Biólogos han identificado factores que pueden influir inconscientemente en la expresión de los celos. [18]

A lo largo de la historia, los artistas también han explorado el tema de los celos en pinturas, películas, canciones, obras de teatro, poemas y libros, y teólogos han ofrecido perspectivas religiosas de los celos basadas en las escrituras de sus respectivas creencias.

  1. «celambre | Definición | Diccionario de la lengua española | RAE - ASALE». 
  2. «celera | Definición | Diccionario de la lengua española | RAE - ASALE». 
  3. «achares | Definición | Diccionario de la lengua española | RAE - ASALE». 
  4. White, Gregory L. (1981-03). «Jealousy and Partner's Perceived Motives for Attraction to a Rival». Social Psychology Quarterly 44 (1): 24. doi:10.2307/3033859. Consultado el 8 de junio de 2024. 
  5. Buunk, Abraham P.; Massar, Karlijn (23 de febrero de 2023). Mogilski, Justin K., ed. Jealousy in Close Relationships From an Evolutionary and Cultural Perspective: Responding to Real and Feared Rivals (en inglés) (1 edición). Oxford University Press. pp. 333-C12.P219. ISBN 978-0-19-752471-8. doi:10.1093/oxfordhb/9780197524718.013.12. Consultado el 8 de junio de 2024. 
  6. Kenny, Karla; Fisher, Maryanne L. (2024). Shackelford, Todd K., ed. Jealousy: LGBTQ+ Patterns (en inglés). Springer International Publishing. pp. 1-9. ISBN 978-3-031-08956-5. doi:10.1007/978-3-031-08956-5_1279-1. Consultado el 8 de junio de 2024. 
  7. Draghi-Lorenz, R. (2000). Los bebés de cinco meses pueden ser celosos: Contra el solipsismo cognitivista. Ponencia presentada en un simposio convocado para la XII Conferencia Bienal Internacional sobre Estudios Infantiles (ICIS), 16-19 de julio, Brighton, Reino Unido.
  8. Hart, S (2002). «Celos en bebés de 6 meses». Infancia 3 (3): 395-402. PMID 33451216. 
  9. Hart, S (2004). «Cuando los bebés pierden la atención materna exclusiva: ¿Son celos?». Infancy 6: 57-78. 
  10. Shackelford, T.K.; Voracek, M.; Schmitt, D.P.; Buss, D.M.; Weekes-Shackelford, V.A.; Michalski, R.L. (2004). «Celos románticos en la edad adulta temprana y en la vida posterior». Human Nature 15 (3): 283-300. PMID 26190551. S2CID 10348416. doi:10.1007/s12110-004-1010-z. 
  11. Buss, D.M. (2000). La pasión peligrosa: Por qué los celos son tan necesarios como el amor y el sexo. Nueva York: Free Press.
  12. Buss DM (December 2001), «Naturaleza humana y cultura: una perspectiva psicológica evolutiva», J Pers 69 (6): 955-78, PMID 11767825 .
  13. White, G.L., & Mullen, P.E. (1989). Jealousy: Theory, Research, and Clinical Practice. New York, NY: Guilford Press.
  14. Peter Salovey (1991). La psicología de los celos y la envidia. Guilford Press. p. 61. ISBN 978-0-89862-555-4. 
  15. Rydell RJ, Bringle RG Differentiating reactive and suspicious jealousy Social Behavior and Personality An International Journal 35(8):1099-1114 Jan 2007
  16. Chung, Mingi; Harris, Christine R. (2018). «Los celos como emoción específica: El modelo dinámico funcional». Emotion Review 10 (4): 272-287. S2CID 149821370. 
  17. Clanton, Gordon (1996). «A Sociology of Jealousy». International Journal of Sociology and Social Policy 16 (9/10): 171-189. 
  18. «Los científicos localizan los celos en el cerebro monógamo». Noticias de ciencia e investigación | Frontiers. 20 de octubre de 2017. Consultado el 3 de julio de 2021. 

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