El cuatrisquel, tetrasquel o lauburu (del euskera, lauburu, «cuatro cabezas») es una esvástica de cuatro brazos curvilíneos presente en la cultura de abundantes pueblos antiguos y destacadamente entre la etnia vasca.[1][2]
También se encuentra en representaciones artísticas de otros pueblos europeos, como los celtas y los germanos, por ejemplo, en dibujos y tallas visigóticas. Asimismo, pueden verse lauburus grabados en petroglifos de Galicia y en hórreos asturianos y gallegos (como, por ejemplo, en Grullos, Quirós y Piornedo), siendo denominados en este caso simplemente "tetrasqueles".[3] También han sido utilizadas esvásticas curvilíneas de cuatro o más brazos en Aragón, donde se conocen en algunos pueblos pirenaicos como cuatrefuellas[4] o "religadas"[5] (este último nombre independientemente del número de brazos).
Es actualmente uno de los símbolos más representativos y reconocibles de la cultura vasca, si bien tradicionalmente nunca ha sido usado, por ejemplo, en escudos o banderas de ningún territorio de las actuales provincias de Vizcaya, Guipúzcoa, Álava o Navarra.[6] El nacionalismo vasco también usaba a principios del siglo XX una esvástica ortogonal, idéntica a la alemana, ya que en un artículo de 1901 de Sabino Arana se afirma que los vascos antiguos adoraban el sol (eguzki) afirmando:
1º, que el signo semejante a una cruz y venerado por los cántabros era idéntico al svasti índico, a la rueda de cuatro rayos de Massilia, al Thors-hammar escandinavo, etcétera; y 2º, que semejante signo era en Cantabria enseña propia, si no privativa, de la población vaska, pues los várdulos, que la usaban, no eran cántabros, sino vaskos que habitaban fuera de aquella tierra. Fue, pues, objeto de gran veneración entre los vaskos la rueda de cuatro rayos, símbolo del sol.
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