El geomarketing es una disciplina que aporta información para la toma de decisiones de negocio apoyadas en el modelado de variables georreferenciadas. Chasco Yrigoyen (2003)[1] lo define la disciplina como el conjunto de técnicas que permiten analizar la realidad económico-social desde un punto de vista geográfico, a través de instrumentos cartográficos y herramientas de la estadística espacial.
Nacida de la confluencia de la mercadotecnia y la geografía permite analizar el tamaño y características de la oferta y la demanda de alguna actividad económica mediante la localización de los clientes, puntos de venta, sucursales, competencia directa o indirecta, etc.; localizándolos sobre un mapa digital o impreso a través de símbolos y colores personalizados.
Se basa en la premisa sociológico-geográfica de que las personas que comparten entornos geográficos cercanos tienden a compartir comportamientos, consumos y actitudes similares.[2]
Las inferencias y predicciones dentro de esta disciplina van más allá del uso tradicional del análisis cualitativo y cuantitativo, pertenecen a una creciente vertiente de análisis llamado "análisis geoespacial". Existen distintos niveles de geomarketing, el científico (por ejemplo el modelo de Huff), operativo o logístico, publicitario (por ejemplo un navegador nos informa cuando pasamos por cierta calle) o de investigación (un caso que podría considerarse un antecedente del geomarketing es el modelo de Christaller).
Antonio Moreno[3] señala que la componente geográfica de la información comercial es una pieza clave en la toma de decisiones y en el desarrollo de estrategias competitivas acertadas. Es un valor añadido.