El larario[1] era un pequeño altar sagrado de la antigua vivienda romana (domus), donde se realizaban las ofrendas y oraciones a los dioses o espíritus guardianes del hogar (lares). En las viviendas de los patricios, el larario se situaba por lo general en el atrio (patio principal de las viviendas romanas). En las casas más humildes, que no disponían de atrio, el larario se situaba más a menudo en la cocina, cerca del fuego central. En las viviendas, también podía haber más de un larario, tanto en las habitaciones interiores, como en el exterior de la misma.