El término microgravedad (también µg, referido a menudo por el término entorno micro-g) es más o menos un sinónimo de ingravidez y cero-G, pero indica que las fuerzas G no son absolutamente cero, solo muy pequeñas.[1] El símbolo para la microgravedad, µg, se utilizó en la insignia del vuelo STS-87 del transbordador STS ya que este vuelo fue dedicado a la investigación de microgravedad.
Aunque la fuerza de gravedad de un cuerpo se hace más pequeña conforme nos alejamos de él, ésta tiene un alcance infinito y estamos rodeados de objetos con grandes masas, como planetas, estrellas (incluido el Sol), o la Vía Láctea, por lo que para experimentar un estado de microgravedad estacionaria, es decir, sin moverse respecto a la masa o masas centrales que ejercen gravedad y siendo las fuerzas gravitatorias realmente cercanas a cero, lo que permitiría realmente encontrarse casi en reposo en el espacio, se requeriría viajar hasta el espacio intergaláctico. Sin embargo, es posible experimentar microgravedad si nos encontramos en caída libre.