Un obituario es el comentario de una noticia sobre una persona fallecida hace poco tiempo. El obituario intenta dar un recuento del contexto, la trascendencia pública y el significado de la vida del recién fallecido. También se conoce al obituario como necrología o necrológica. Debe distinguirse de una esquela o aviso de muerte (también conocido como aviso fúnebre o aviso mortuorio)[cita requerida], el cual es un anuncio pagado y redactado por los miembros de la familia, y publicado en un periódico o en varios, ya sea por la misma familia o por la casa funeraria.
Muchas organizaciones noticiosas tienen obituarios pre-escritos en sus archivos para individuos notables que aún están vivos; permitiendo así que obituarios detallados, bien informados - y extensos - aparezcan rápidamente después de que estas personas fallezcan.
Ocasionalmente el autor de un obituario fallece antes que lo haga el sujeto del que escribió. Por ejemplo, el obituario escrito por Walter Seager Sullivan, Jr sobre el connotado físico James Van Allen fue publicado en el año 2006 por AP inmediatamente después de la muerte de Van Allen (9 de agosto de 2006), y a pesar de que Sullivan había fallecido aproximadamente una década antes (19 de marzo de 1996).[1]
En 2006, Bill McDonald del periódico New York Times respondió a preguntas hechas por los lectores acerca de obituarios, como parte de la campaña Times's Talk to the Newsroom (Habla con el salón de noticias). Y en esa oportunidad, el citado confirmó que el Times tenía más de 1200 obituarios en archivo, algunos escritos desde 1982, y también dijo que la política del Times' era siempre dar la causa de muerte cuando la misma se encontraba disponible y, que desde la publicación equivocada de un obituario prematuro para la bailarina estadounidense Katharine Sergava,[2] también de siempre identificar a la persona que avisaba al periódico sobre el fallecimiento. La esperanza o estrategia que así se tenía y aplicaba, era que la referida atribución redujera la posibilidad de otro embarazoso y (para la familia por cierto) doloroso error.[3]