En lingüística y semiótica, el significado es el contenido mental que le es dado a un signo lingüístico. Es decir, es el concepto o idea que se asocia a la forma sensible o perceptible (significante) del signo y al objeto que representa (su referente) en todo tipo de comunicación (véase triángulo semiótico).
En semiótica, el referente es uno de los tres componentes del signo que consiste en el objeto real al que alude el signo. En el caso del signo mesa, por ejemplo, es el objeto real aludido por el significante y el significado restantes que componen el signo.
En gramática, el referente se refiere al elemento de la realidad,[1] a la entidad referida por un elemento designativo. En otras palabras, es aquello de lo que se dice algo.[1] Siguiendo las funciones del lenguaje, el referente cumple con la función referencial o representativa, la cual informa objetivamente a un referente tanto real como imaginario.[1]
El Triángulo de Ogden y Richards es flexible: puede transformarse solo en un segmento cuando pierde alguno de sus tres elementos (por ejemplo, el significado en el caso de algunos nombres propios o los pronombres, que no tienen significado fijo), o puede transformarse en rombo y otros polígonos mediante fenómenos como la polisemia (se añaden más significados y referentes a un solo significante), la sinonimia (se añade un significante más al menos a un solo significado y referente) y la homonimia (un solo significante posee al menos dos significados y dos referentes, o más).