Un retractor es un instrumento quirúrgico que se usa para separar los bordes de una incisión o herida quirúrgica, o para retener los órganos y tejidos subyacentes para poder acceder a las partes del cuerpo debajo de la incisión.[1] El término general retractor describe una herramienta manual de acero simple que posee una planchuela curva, enganchada o angulada y equipada con un mango cómodo, que cuando está en posición mantiene la posición deseada de una región determinada de tejido. Estos retractores simples pueden ser de mano, fijados en su lugar o suspendidos al final de un brazo robótico. Los retractores también pueden ser auto-retenidos y no necesitan ser retenidos una vez insertados al tener dos o más planchuelas o ganchos opuestos que están separados por un resorte, trinquete, engranaje helicoidal u otro método. El término retractor también se usa para describir distintos dispositivos de manivela, como separadores de costillas (también conocidos como retractores torácicos o distractores) con los que los cirujanos pueden separar los tejidos con fuerza para obtener exposición. Para situaciones especializadas como la cirugía de columna vertebral, los retractores están equipados tanto con succión como con luces de fibra óptica para mantener una herida quirúrgica seca e iluminada.