Una rivalidad se refiere el estado de dos personas o grupos que participan en una relación competitiva de larga duración. La rivalidad se refiere pues al espíritu de «uno contra el otro» entre dos bandos que compiten. La relación misma puede también denominarse «una rivalidad», y cada participante o bando es rival del otro. Al principal rival de una persona se le puede llamar su archirrival. Las rivalidades pueden definirse como «un proceso de categorización perceptual en el que actores identifican qué estados son competidores suficientemente amenazantes».[2] Para que la rivalidad persista, en lugar de que resulte en un dominio perpetuo por una de las partes, debe tratarse de «una relación competitiva entre iguales».[3] El politólogo estadounidense John A. Vasquez ha afirmado que la igualdad de poder es un componente necesario para que exista una rivalidad verdadera, pero otros teóricos han cuestionado tal elemento.[3]
Las rivalidades cruzan muchos campos diferentes dentro de la sociedad y «abundan en todos los niveles de interacción humana»,[4] existiendo a menudo entre amigos, firmas, equipos deportivos, escuelas y universidades. Más aún, «familias, políticos, partidos políticos, grupos étnicos, secciones regionales de países y estados participan todos en rivalidades duraderas de duración e intensidad diferentes».[4] Las rivalidades se desarrollan como producto de la competencia y ritualismo entre diferentes bandos. En algunos casos, la rivalidad puede volverse «tan avasalladora que los actores se preocupan solamente por si sus acciones dañarán o beneficiarán a sus rivales».[4]