Sire es un título que al principio se daba únicamente al rey en varias regiones de Europa. En la Edad Media se dio a todos los señores, aún a los eclesiásticos (sireeveque, sire abbe); fue asimismo sinónimo de padre o cabeza de familia.
Tenía carácter injurioso cuando iba acompañado de ciertos epítetos, como en la expresión "triste sire".