Un vendedor (del latín vendĭtor, -ōris)[1] es aquella persona que tiene encomendada la venta de productos (bienes o servicios) de una empresa para consumo final o entre empresas.[2] Según el sector o la cultura de dicha organización, puede recibir diferentes nombres: agente comercial,[3] representante,[4] ejecutivo de ventas, etc. La persona que vende productos en un comercio también recibe el nombre de dependiente.[5]El vendedor puede pertenecer a la fuerza de venta de una empresa, o ser un vendedor independiente.
La existencia del vendedor se fundamenta en su papel crucial como intermediario entre la empresa y el cliente, actuando como un facilitador de soluciones al entender las necesidades del cliente y ofrecer productos que agreguen valor. Al comunicar los beneficios de los bienes o servicios, el vendedor no solo genera ingresos para la empresa, sino que también crea relaciones a largo plazo, cultivando la lealtad del cliente y representando la marca. Actúa como un punto de contacto directo, el vendedor brinda soporte, asistencia y confianza a los clientes, lo que contribuye a una experiencia positiva y duradera.
El vendedor personifica a la empresa, es su imagen en el mercado y su conexión más directa con los clientes, desempeñando un papel fundamental en el éxito y la reputación del negocio.