El yahvismo es el nombre dado a la religión de los antiguos reinos de Judá e Israel,[3] centrada alrededor de la deidad israelita Yahweh. Yahweh era uno de los muchos dioses de las tierra de Canaán, la parte sur de la cual más tarde se llamaría Tierra de Israel. El yahvismo existió en paralelo al politeísmo cananeo y, a su vez, fue la etapa primitiva y monolatrística predecesora del judaísmo moderno, en su evolución hacia una religión monoteísta.
A pesar de que tanto el judaísmo moderno y el yahvismo veneran a Yahweh, existen claras distinciones entre los dos sistemas de creencias. A diferencia de las religiones que descenderían de él, el yahvismo se caracterizó por el henoteísmo/monolatrismo, que reconocía a Yahweh como el dios nacional de Israel,[4] pero no negaba explícitamente la existencia de otros dioses de la antigua religión semítica, como Baal, Asera y Astarté, aunque esto no siempre permitió su adoración individual en conjunto con Yahweh.
La transición exacta entre lo que ahora se considera el yahvismo monolatrista y el judaísmo monoteísta es algo confusa, sin embargo es evidente que el evento comenzó con enmiendas religiosas radicales (como los testimonios de Elías y las reformas de Ezequías y Josías) y se había completado a finales del cautiverio babilónico, donde el reconocimiento de Yahveh como único dios del universo finalmente había calado en el pueblo judío.