Los términos ama de casa o dueña de casa, o amo de casa o dueño de casa en el contexto masculino, aluden a quien tiene como ocupación principal el hogar, dedicándose tanto al trabajo reproductivo como a las tareas domésticas sin remuneración establecida: procreación, cuidado y crianza de los hijos, limpieza de la casa, la preparación de los alimentos -cocina-, compra de víveres y otros artículos, la administración parcial o total del presupuesto familiar, la supervisión de trabajos y de tareas en el ámbito del hogar, sociabilidad intrafamiliar y extrafamiliar, educación, formación, higiene y un largo etcétera.[1] El exceso de trabajo, la sobrecarga ocasionan en la mujer el conocido como Síndrome de desgaste profesional o 'burnout.[2]
En la mayor parte de los casos esta posición la ocupa la mujer (la cónyuge, en un matrimonio convencional compuesto por el hombre, la mujer y los hijos e hijas).[3]
Cuando el trabajo doméstico se realiza por una persona externa contratada, remunerada y asegurada se habla de trabajador doméstico.