La estrategia de posverdad,[1] conocida por el anglicismo astroturfing, es una campaña de relaciones públicas en el ámbito de la propaganda electoral y los anuncios comerciales que pretenden dar una impresión de espontaneidad, como nacida de un movimiento de base social. El nombre proviene de un doble juego de palabras en inglés, partiendo del concepto de grassroots (literalmente «raíz de hierba», referido a un movimiento de raíz social). Este concepto sirve para calificar a los movimientos «con base social», que surgen «de abajo», de la interacción de los miembros de una comunidad. Por otro lado, AstroTurf es una conocida marca estadounidense de césped artificial, cuyos productos están diseñados para parecer hierba natural. Así, astroturfing hace referencia a esa artificialidad, a esa falsa base social de ciertas campañas comerciales.[2][3]
El objetivo de una campaña de este estilo es disfrazar las acciones de una entidad política o comercial como la reacción pública espontánea e independiente frente a otra entidad, producto, servicio, etc.[4]
Los astroturfers (intoxicadores, cespistas) intentan orquestar para ello acciones protagonizadas por unos pocos individuos aparentemente diversos y geográficamente distribuidos, tanto a través de actuaciones explícitas como más subliminales e incluso ocultas, y que dan la impresión de multitudinarios entusiastas de una causa.
El astroturfing puede ser lanzado por un particular interesado personalmente por un asunto o por grupos profesionales organizados y financiados por grandes empresas u organizaciones activistas o sin ánimo de lucro.