El autoconcepto es un término utilizado en psicología para referirse a la imagen que una persona tiene de sí misma, es decir, a la percepción que tiene sobre sus características, habilidades, valores, etc.[1] El autoconcepto se forma a partir de las experiencias que vivimos y la imagen proyectada o percibida en los otros.[2] Es decir, se construye a partir de las interacciones con personas importantes en nuestras vidas.[1][2]
El autoconcepto es un todo organizado donde la persona tiende a ignorar las variables que percibe de sí misma que no se ajustan al conjunto y tiene su propia jerarquía de atributos a valorar. Además, es dinámico y puede modificarse con nuevos datos, provenientes de una reinterpretación de las experiencias vividas.[2]
El autoconcepto no es lo mismo que la autoestima, aunque están estrechamente relacionados. La autoestima se refiere a la valoración emocional que una persona tiene de sí misma, mientras que el autoconcepto se refiere a la percepción cognitiva que tiene de sí misma.[2][3]