Castillo de Bran | ||
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Monumento histórico de Rumanía | ||
Localización | ||
País | Rumania | |
Localidad | Bran | |
Ubicación |
Bran, cerca de Braşov Transilvania, Rumania | |
Dirección | Str. General Traian Moșoiu, nr. 24, Bran | |
Coordenadas | 45°30′54″N 25°22′02″E / 45.515, 25.3671 | |
Información general | ||
Estado | restaurado, visitable | |
Usos | fortificación | |
Estilo | arquitectura neogótica | |
Inicio | 1377 | |
Finalización | 1382 | |
Construcción | 1212 | |
Propietario | Archiduque Dominico de Austria-Toscana | |
Altura | ||
Altura | 762 m | |
Altura arquitectónica | 66 m | |
Diseño y construcción | ||
Fundador | Orden Teutónica | |
Conocido por | Castillo de Drácula | |
http://www.bran-castle.com | ||
El castillo de Bran (en rumano: Castelul Bran; en alemán: Schloss Bran o Die Törzburg; en húngaro: Törcsvári kastély) es una fortaleza medieval localizada en la actual Rumania, en la localidad homónima, a 25 kilómetros al suroeste de Braşov. Se halla en el lado transilvano de la frontera histórica entre Transilvania y Valaquia, al borde de la carretera nacional 73 (Dromul Național 73).
Fue construido por los sajones en 1377, a quienes Luis I de Hungría les había concedido tal privilegio. A pesar de su aspecto macizo y fortificado, el castillo de Bran conoció pocos episodios sangrientos y su importancia militar fue escasa. Sólo fue habitado de forma permanente durante las décadas de 1920 y 1930, cuando sirvió de residencia veraniega a la reina María de Rumanía.
La creencia popular sostiene que era la antigua residencia de Vlad Țepeș (el voivoda de Valaquia Vlad III Drăculea), el personaje histórico en el que se inspiró Bram Stoker para escribir su novela Drácula. Sin embargo, no hay ninguna evidencia de que Stoker supiera nada sobre este castillo, el cual, además, sólo tiene asociaciones tangenciales con Vlad Tepes.[1] La descripción que hace Stoker del castillo ficticio de Drácula en ruinas tampoco guarda ningún parecido con el castillo de Bran. La fortaleza que probablemente inspiró a Stoker fuera la de Poenari, hoy parcialmente en ruinas.
En la actualidad, el castillo de Bran es un monumento nacional y un punto de referencia en el turismo hacia Transilvania, debido a su antigüedad, su valor arquitectónico y, sobre todo, por su pretendido vínculo con el personaje ficticio del conde Drácula. Además, alberga un museo dedicado a exponer arte y muebles recopilados por la reina María de Rumanía.[2] Los turistas pueden ver el interior por su cuenta o con una visita guiada. Al pie de la colina hay un pequeño museo al aire libre, que muestra estructuras campesinas tradicionales rumanas (cabañas, graneros, maquinaria impulsada por agua, etc.) de la región de Bran.[3]