En el ámbito de la música operística, la cavatina es el aria con la que se presenta en escena cada personaje en una ópera italiana.
Estuvo en boga especialmente en el siglo XIX, en que se la conocía también como aria di sortita (‘aria de salida’).
Originalmente era una canción corta de carácter simple, sin una segunda voz ni cualquier repetición típica del aria.[1]
Desde el siglo XIX se aplica frecuentemente a un simple aire melodioso, distinguiéndolo de las más brillantes aria, recitativo, etcétera, y a menudo forma parte de un movimiento más grande o escena de oratorio u ópera.[2]
En ópera, el término se ha descrito como:
La cavatina como forma musical aparece en óperas y ocasionalmente en cantatas y música instrumental.
En la ópera, la cavatina es un aria, generalmente de carácter brillante, cantada en una o dos secciones sin repeticiones.
Se desarrolló a mediados del siglo XVIII, coincidiendo con el declive del aria da capo previamente favorecida (en la que la forma musical es ABA, con la sección A repetida con variaciones improvisadas).
Se encuentran ejemplos en las óperas de Mozart, Weber y Rossini. En las óperas de bel canto del siglo XIX de Bellini, Donizetti y Verdi, el término llegó a referirse al aria de apertura de un cantante principal, ya sea en un movimiento o combinada con una cabaletta contrastante.[3]
<ref>
no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas Britannica