El cisma acaciano fue una ruptura entre las Iglesias de Oriente y Occidente, que tuvo lugar en 484, durante el reinado del emperador Zenón, y que terminaría en 519, con Justino I.
Puede ser considerado como el primer cisma entre la Iglesia de Constantinopla y la Iglesia de Roma. Fue el resultado de una deriva de los líderes de la cristiandad oriental hacia el miafisismo, y el fracasado intento del emperador Zenón de conciliar a las partes con el documento denominado Henotikon, inspirado por Acacio, patriarca de Constantinopla, de donde proviene el nombre.[1][2][3]