En los cómics, un colorista es la persona que se hacía responsable de añadir color a ilustraciones en blanco y negro. Durante la mayor parte del siglo XX, eso se hacía utilizando pinceles y colorantes que posteriormente eran utilizados como guías para producir las planchas de impresión. Desde finales del siglo XX se hizo con mayor frecuencia utilizando medios digitales, con separaciones de impresión producidas electrónicamente.
Aunque la mayor parte de los coloristas Americanos trabajaban directamente para los editores de cómics aún existen algunos estudios de coloreado que ofrecen sus servicios a los editores. Color Americana, Olyoptics y Digital Camaleón eran empresas destacadas en este campo.