El copal (nahuatlismo de copalli,[1] que significa resina o incienso[2]) es el nombre que reciben varias resinas aromáticas vegetales, en una etapa intermedia de polimerización y endurecimiento entre la resina y el ámbar. El copal más común y conocido es el proveniente de los árboles de la familia Burseraceae: Bursera aloexylon, B. graveolens, B. jorullensis y Protium copal.[3]
El copal es un elemento muy importante en la tradición médica y religiosa de Mesoamérica desde la época prehispánica, ya que el humo que desprende al quemarse era usado por las civilizaciones de esta zona como ofrenda a las deidades y como terapia para diferentes males físicos y espirituales. Aún en la actualidad dichos usos son comunes dentro de la medicina tradicional indígena.[3]