Un culto funerario es un conjunto de enseñanzas y prácticas religiosas centradas en la veneración de los muertos, en el que se cree que los vivos pueden conferir beneficios a los muertos en el más allá o apaciguar a sus fantasmas, que de otro modo estarían coléricos. Los rituales se llevaban a cabo en beneficio de los muertos, ya sea por sus familiares o por una clase de sacerdotes designados y pagados para realizar los ritos. Estos rituales tenían lugar en las tumbas de los propios muertos o en los templos mortuorios designados para este fin. Los cultos funerarios se encuentran en una amplia variedad de culturas.[1]