Desde la prehistoria a la Edad del Hierro media, el actual territorio de Rumania se ha encontrado en una posición central de paso entre las regiones de Europa Central y las del este y sureste europeo, al estar conectadas a las primeras por la altiplanicie transilvánica, y a las segundas por las de Moldavia y Valaquia.
El territorio está atravesado longitudinalmente a lo largo del límite meridional por el curso inferior del Danubio, que allí tiene su desembocadura. Al alcanzar el mar Negro, esta gran arteria fluvial también ha alimentado, desde los tiempos más remotos, las relaciones comerciales y artísticas con Asia Menor.