Eduardo el Confesor | ||
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Rey de Inglaterra | ||
Reinado | ||
8 de junio de 1042-5 de enero de 1066 | ||
Predecesor | Canuto Hardeknut | |
Sucesor | Haroldo Godwinson | |
Información personal | ||
Coronación | 3 de abril de 1043 | |
Nacimiento |
c. 1003 Islip, Oxfordshire, Inglaterra | |
Fallecimiento |
5 de enero de 1066 (62-63 años) Londres, Inglaterra | |
Sepultura | Abadía de Westminster | |
Religión | Catolicismo | |
Familia | ||
Casa real | Casa de Wessex | |
Padre | Etelredo II el Indeciso | |
Madre | Emma de Normandía | |
Consorte | Edith de Wessex | |
Hijos | 0 | |
Eduardo el Confesor[1] (c. 1003 - 5 de enero de 1066), conocido también como San Eduardo el Confesor, fue rey de Inglaterra entre 1042 y 1066; hijo de Etelredo II el Indeciso y Emma de Normandía. Fue uno de los últimos reyes anglosajones de Inglaterra y es generalmente considerado como el último rey de la casa de Wessex.[2]La Iglesia católica conmemora su festividad el 5 de enero.
Eduardo fue el sucesor de Canuto Hardeknut, hijo de Canuto el Grande, y restauró el gobierno de la casa de Wessex, después del período del mandato danés desde que Canuto conquistó Inglaterra en 1016. Cuando Eduardo murió en 1066, fue sucedido por Haroldo Godwinson, que fue derrotado y muerto ese mismo año por los normandos, comandados por Guillermo el Conquistador, durante la batalla de Hastings.[3]
Tradicionalmente se le describe como ingenuo y piadoso y se cree que su reinado fue notable por la desintegración del poder real en Inglaterra y el avance en el poder de la familia Godwin. Sin embargo, sus biógrafos Frank Barlow y Peter Rex están en desacuerdo, ya que para ellos Eduardo fue un rey eficiente, dinámico, ingenioso y a veces implacable, pero cuya reputación ha sido injustamente empañada por la conquista normanda que aconteció poco después de su muerte.[4][5] Otros historiadores consideran que esta imagen es solo parcialmente cierta, pero que no lo es en absoluto en la última fase de su reinado. En opinión de Richard Mortimer, el retorno de los Godwin desde el exilio en 1052, «significaba el fin efectivo de su ejercicio del poder». La diferencia en su nivel de actividad en comparación con la primera parte de su reinado «implica una retirada de las responsabilidades».[6]
A Eduardo se le llama confesor en el sentido de confesor de la fe, como se denomina en la tradición cristiana a alguien que se cree que vivió una vida santa pero que no fue un mártir,[7] en latín: S. Eduardus Confesor rex Anglorum, en contraposición a S. Eduardus Martyr rex Anglorum. Fue canonizado por el papa Alejandro III en 1161 y es conmemorado el 13 de octubre por la Iglesia de Inglaterra y la Iglesia católica en Inglaterra y Gales. Los reyes Eduardo y Edmundo fueron los santos nacionales de Inglaterra hasta que Eduardo III adoptó como patrón a San Jorge aproximadamente en 1350.[8]