Un enchufe está formado por dos elementos: clavija y base, toma de corriente o tomacorriente,[1] que se conectan uno al otro para establecer una conexión que permita el paso de la corriente eléctrica.[2]
Este mecanismo forma un circuito eléctrico al encajar el conector móvil (patillas o pines, generalmente dos o tres, en los enchufes domésticos) situado en el extremo del cable de un dispositivo, con la base (tomacorriente o enchufe hembra) fijada en un alargador, un equipo o en una pared de la edificación.