En la industria textil y en diversas profesiones, la estopa era uno de los productos residuales de peinar las fibras de cáñamo y de otros materiales naturales, como el lino.[1][2] Se comercializaba enmarañada, en forma de mechones o madejas de fibras desiguales. Sus compradores eran diversos, y así, por un lado estaban los tejedores de arpilleras y tejidos bastos, y por otro lado, era uno de los productos principales empleados por los calafates. También utilizaban estopa, como material de relleno, fabricantes de sillas, talabarteros, colchoneros y tapiceros de muebles.[3]