El gato negro es considerado un animal muy simbólico con interpretaciones muy ambiguas.[1] Mientras que en civilizaciones como la del Antiguo Egipto se los consideraba animales sagrados, ya que estaban relacionados con el culto a la diosa Bastet,[2] en la tradición hebrea y babilónica, los gatos se comparan a serpientes, arrolladas en un hogar. Se dice que los gatos negros están asociados a las brujas.[3][4]
Está asociado con la diosa griega Hecate y con la diosa nórdica Freya, ambas relacionadas con la brujería, por lo que en la Edad Media el gato negro ya sería considerado símbolo del Diablo.[5]
↑Werness, Hope B. (en inglés). [[ ]D2wQ6AEIQDAD#v=onepage&q=black%20cat%20Bastet&f=false The Continuum Encyclopedia of Animal Symbolism in Art, p. 72. A&C Black, 2004.] En Google Books. Consultado el 13 de diciembre de 2018.