Una maniobra de go-around, españolizada como motor y al aire o ida al aire, denominada también como aproximación fallida o frustrada, aterrizaje fallido o frustrado, arremetida o dar la vuelta,[1][2] es un procedimiento aeronáutico que implica no terminar de realizar una aproximación (frustrar un aterrizaje o toma), por lo que se dice que se da motor y se vuelve al aire.[3]
Generalmente, esta maniobra se realiza cuando no se dan las circunstancias necesarias para conseguir un aterrizaje seguro, como por ejemplo una mala aproximación que lleve a tocar la pista demasiado tarde y sin espacio para frenar, falta de alineamiento con el eje de pista, escasa visibilidad o bien se detecte otro avión no advertido antes, etc.[3][4]
Para realizar esta maniobra se requiere cierta experiencia del piloto, quien deberá decidir en último momento si se aterriza o se aborta, ya que hay una altitud (altitud de decisión) bajo la cual resulta extremadamente peligroso abortar el aterrizaje, ya que se requiere una aplicación de máxima potencia y cabecear la aeronave hacia arriba, y esto podría provocar el impacto de la cola con el suelo o en inglés tail strike. Tras frustrar el aterrizaje, el controlador (en caso de ser un aeropuerto bajo control aéreo) da instrucciones para entrar en patrón de tráfico aéreo y realizar una nueva aproximación.
Esta maniobra es también conocida como «frustrada», y es realizada en grandes aeropuertos de una forma predeterminada. El procedimiento de la maniobra en cada aeropuerto se encuentra especificado en la carta de aproximación del mismo.