En la Antigua Grecia, el gorgoneion (griego: Γοργόνειον) originalmente era un amuleto apotropaico que inducía horror al mostrar la cabeza de la Gorgona.[1] Estaba relacionado con las deidades Zeus y Atenea; se dice que ambos habrían llevado un colgante con este motivo.[1] También sería una égida real popular en la época helenística, tal como se muestra por ejemplo en el mosaico de Alejandro y el camafeo Gonzaga.