La guerra ruso-bizantina de 860 es la única gran expedición militar emprendida por el Jaganato de Rus de la que ha quedado constancia en las fuentes bizantinas y europeas. Los relatos difieren en cuanto a los eventos, con discrepancias entre las fuentes contemporáneas y las posteriores, y el resultado final es incierto. Se sabe por fuentes bizantinas que los rusos cogieron Constantinopla por sorpresa, mientras que el imperio estaba ocupado en las guerras contra los árabes y era incapaz de afrontar la amenaza rusa. Tras saquear los suburbios de la capital bizantina, los rusos se retiraron, aunque la naturaleza de su retirada, y el bando victorioso, está abierto al debate. Esto propició la aparición de una tradición en la Iglesia ortodoxa oriental, que atribuye la liberación de Constantinopla a la milagrosa intervención de la Theotokos.