Un hermafrodita es un organismo que se reproduce sexualmente y que produce gametos masculinos y gametos femeninos.[1] Las especies animales en las que los individuos son machos o hembras son gonocóricas, que es lo contrario de hermafroditas.[2]
Los individuos de muchos grupos taxonómicos de animales, principalmente invertebrados, son hermafroditas, capaces de producir gametos viables de ambos sexos. En la gran mayoría de los tunicados, moluscos y lombrices de tierra, el hermafroditismo es una condición normal, que permite una forma de reproducción sexual en la que cualquiera de los dos miembros de la pareja puede actuar como hembra o como macho. El hermafroditismo también se da en algunas especies de peces, pero es raro en otros grupos de vertebrados. La mayoría de las especies hermafroditas presentan cierto grado de autofecundación. La distribución de las tasas de autofecundación entre los animales es similar a la de las plantas, lo que sugiere que existen presiones similares para dirigir la evolución de la autofecundación en animales y plantas.[3]
Una estimación aproximada del número de especies animales hermafroditas es de 65 000, aproximadamente el 5% de todas las especies animales, o el 33% excluyendo a los insectos. Los insectos son casi exclusivamente gonocóricos, y no se ha demostrado ningún caso definitivo de hermafroditismo en este grupo.[4] No se conocen especies hermafroditas entre los mamíferos[5] o las aves.[6]
Alrededor del 94% de las especies de plantas con flores son hermafroditas (todas las flores producen gametos masculinos y gametos femeninos) o monoicas, en las que tanto las flores masculinas como las femeninas se dan en la misma planta. También existen sistemas de reproducción mixtos, tanto en plantas como en animales, en los que individuos hermafroditas coexisten con machos (lo que se denomina androdioecia) o con hembras (lo que se denomina ginodioecia), o los tres existen en la misma especie (lo que se denomina trioecia). A veces, tanto las flores masculinas como las hermafroditas se dan en la misma planta (andromonoecia) o tanto las flores femeninas como las hermafroditas se dan en la misma planta (ginomonoecia).
El hermafrodismo no debe confundirse con el síndrome ovotesticular en mamíferos, que es un fenómeno independiente y no relacionado. Aunque en la literatura médica se denominaba «hermafroditas verdaderos» a las personas que lo padecían, en la actualidad se considera que este uso está desfasado desde 2006 y es engañoso,[7][8] ya que las personas con síndrome ovotesticular no tienen conjuntos funcionales de órganos masculinos y femeninos.[9][10]