La iatrogenia (popularizada como yatrogenia) es un daño no deseado ni buscado en la salud, causado o provocado, como efecto secundario inevitable, por un acto médico legítimo y avalado, destinado a curar o mejorar una patología determinada. Deriva de la palabra yatrogénesis que tiene por significado literal ‘provocado por el médico o sanador’ (ἰατρός iatros significa ‘médico’ en griego, y -γένεια -genia: ‘crear’).[1] Puede ser producido por una droga o medicamento o un procedimiento médico o quirúrgico, recetado o realizado por algún profesional vinculado a las ciencias de la salud, ya sea médico, terapeuta, psicólogo, farmacéutico, enfermero, dentista, matrón, etcétera, efectuados dentro una indicación correcta, llevados a cabo con pericia, prudencia y diligencia.[2]