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Islamismo

El papel que el ordenamiento legislativo otorga a la religión es de grado diferente en cada uno de los países musulmanes; aunque las declaraciones constitucionales pueden quedar desfasadas por la realidad (por ejemplo, Turquía sigue siendo oficialmente laica a pesar de que su gobierno sea "islamista moderado", mientras que Sudán sigue sin tener una declaración constitucional islámica, pese a que su gobierno sea "islamista radical"). Tampoco puede identificarse con su amistad o enemistad con las potencias occidentales: las monarquías del Golfo (monarquías islámicas) están entre los principales aliados de Estados Unidos, mientras que Irán (república islámica) figura entre sus principales enemigos.      Estado islámico      Estado confesional      Sin declaración      Estado laico
Países con más de 47% de población musulmana.[1]​ Principales escuelas y ramas del islam: Sunníes              Chiíes              Ibadíes     
Zonas donde predomina una determinada madhab (escuela de interpretación del islam, aplicadas particularmente en aspectos legales -sharia, fiqh-), aunque es habitual la presencia de varias. Entre los sunníes se consideran ortodoxas cuatro principales mahdab mutuamente reconocidas, de las que la hanbalí es la más rígida y la shafi'í la menos rígida. Entre los chiíes predomina la mahdab jafarí.[2]
La palabra Alá ("Dios"), en caligrafía árabe y color verde (color político identificado con el islam). Los emblemas utilizados más frecuentemente por los países islámicos contienen el creciente (media luna) y la estrella.
La shahada (profesión de fe musulmana: Lā 'ilāha 'illā-llāhu Muhammadun rasūlu-llāh -"no hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta"-), en caligrafía árabe y color blanco sobre fondo negro (el color del estandarte de Mahoma -rāyat al-sawdā-),[3]​ emblema utilizado por muchos movimientos islamistas. Abreviada y con algunas adiciones, es usada como bandera por el Estado Islámico.[4]
Reunión de líderes políticos y religiosos de distintos países árabes en 1947 en El Cairo. En el centro, con fez oscuro, barba y bigote, Hassan al-Banna, fundador de los Hermanos Musulmanes.
Recibimiento popular al ayatolá Jomeiní durante la revolución islámica iraní (1979).
El periodista pakistaní Hamid Mir entrevistando a Osama bin Laden (ca. 1997).
Protesta en Londres (2006) contra las caricaturas de Mahoma. El cartel, que lleva un manifestante embozado con un pañuelo palestino, dice en inglés: «Libertad, vete al infierno.»
Islamistas en Hyde Park de Sídney (2012), llevando carteles con las consignas «Decapiten a todos los que insulten al profeta» y «Nuestros muertos están en el paraíso. ¡Tus muertos están en el infierno!»

El islamismo (en árabe: الإسلامية‎, romanizadoal-ʾislāmiyyah; o también en árabe: إسلام سياسي‎, romanizadoʾIslām siyāsī, lit. 'islam político') es un conjunto heterogéneo de movimientos políticos cuya ideología y programa político consiste esencialmente en la adaptación de la vida política a las reglas (mandatos) religiosos del islam.[5]​ El Diccionario de la lengua española define «islamismo» en su segunda acepción como la «Ideología que subyace al fundamentalismo islámico.»

No debería confundirse lo «islámico» o lo «musulmán» (términos que designan a todo lo relativo al islam) con lo «islamista» (lo relativo al islamismo); ni cualquiera de estos términos con el tradicionalismo o el conservadurismo dentro de lo islámico. Un «musulmán tradicionalista»[6]​ o «musulmán conservador»[7]​ es el que rechaza las interpretaciones liberales o progresistas del islam[8]​ o la modernidad[9]​ —es posible ser musulmán «tradicional» o «conservador» sin ser islamista, y viceversa,[10][11]​ puesto que el uso en ese contexto de los términos «tradicional» y «conservador» se refiere en principio a las costumbres y cultura islámica tradicionales, además de que el islamismo se presenta a sí mismo como un factor de regeneración, y no de atraso—).

Se ha señalado la estigmatización que supone identificar como un todo el islam político con el terrorismo islámico o yihadismo (así como identificar sin más el concepto religioso de la yihad con la violencia política o religiosa —islam y violencia—,[12]​ a lo árabe con lo islámico y a su civilización como particularmente religiosa o más fanatizadora que otras).[13]​ En un sentido opuesto, se ha señalado que ignorar la profundidad de lo religioso en el mundo islámico es una manifestación de corrección política.[14]

El islamismo tiene una seña de identidad clara que es la adopción de la sharía, del conjunto de normas basadas en el Corán y en las sentencias del profeta, con el objeto de mantener o forjar un orden social regido en su totalidad por el principio de "ordenar el bien y prohibir el mal" cuyo contenido marcan los textos sagrados. Fue el programa tradicional de los Hermanos Musulmanes de Egipto, (...) y lo es hoy de los principales movimientos islamistas en el mundo. (...) Partido islámico o simplemente musulmán sería una calificación más ajustada (...) [para los que proponen una] Constitución democrática y (...) el pluralismo político.
El islam es religión y es Estado.
El verdadero musulmán afirma que Alá le protege; el islamista considera que es él quien debe proteger a Alá.
Sanaa el Aji[17]

El espectro político de los movimientos y partidos políticos calificados de "islamistas" es muy amplio; aunque es difícilmente comparable con ningún movimiento religioso o político occidental, cuyas denominaciones se le aplican (democracia islámica, socialismo árabe,[18]islamofascismo -este último, de forma muy peyorativa-), abarca desde los que mantienen principios demócratas y moderados, hasta postulados extremistas y radicales.[19]​ Dentro del islam político, además de las diferencias ideológicas entre la moderación (islamismo moderado)[20]​ y la radicalidad (islamismo radical: integrismo islámico,[21]fundamentalismo islámico, panislamismo, yihadismo), pueden distinguirse las diferencias entre los movimientos políticos islamistas desarrollados dentro de cada una de las escuelas y ramas del islam (simplificadamente, las dos principales: el sunnismo y el chiismo): En la rama suní, el salafismo o wahabismo dio lugar a numerosos grupos, como los Hermanos Musulmanes, Tabligh o el movimiento talibán. Algunas organizaciones violentas afines a esta rama son el Estado Islámico (Daesh), Al Qaeda, Boko Haram, Hamás, Yihad Islámica, Jemaa Islamiya o el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate. En la rama chií, destacan los grupos "jomeinistas", liderados por la República Islámica de Irán, como Hezbolá.

  1. Fuente: CIA World Factbook. La distribución entre chiítas y sunnitas está sacada de otras fuentes, que pueden infrarrepresentar a los chiítas en algunos países, que no reflejan esa distinción en sus estadísticas oficiales.
  2. McLean, fuente citada en Ja'fari jurisprudence
  3. Cook, fuente citada en Black Standard
  4. ¿Qué historia hay detrás de la bandera negra del Estado Islámico? - La enseña incluye la primera parte de la «shadada», un texto en árabe que se puede traducir por «no hay más dios que Alá» y que está estampado con letras blancas escritas a mano, ABC 08/10/2014.
  5. Aspectos políticos del islam. Mortimer, op. cit., fuente citada en Political aspects of islam
  6. Khalid Zaheer, The Originalist Approach to Understanding Islam: ... ways ... to interpret the Qur’anic text ... can be broadly divided into three categories: the Traditionalist approach, the Modernist approach, and the Originalist approach. The Traditionalist approach to interpreting the Qur’an is, strictly speaking, not just one narrow way of understanding the Qur’anic text. However, the Muslim Traditionalists of the contemporary times have adopted a stance that views the enormous body of diverse literature on interpretation made available in the first twelve centuries of the Muslim history, or at least the more popular part of it, as one category of approach to interpretation. The contemporary Traditionalists have come to believe that a valid interpretation of Qur’anic text can only be the one that has already been done by at least some of the earlier scholars. No new interpretation of the Qur’an can be acceptable if it doesn’t enjoy the support of another interpretation that has already been done in the past. ... This obsession with the need to confirm the validity of an opinion from what the earlier Muslim scholars said leads traditionalists to invoke ijma‘ to support their view. Ijma‘ is claimed to be the consensus of Muslim scholars on a certain religious opinion.
  7. También se utiliza la expresión para los musulmanes pertenecientes a un partido conservador: Official Website, fuente citada en Conservative Muslim Forum
  8. Safi (2014), op. cit., fuente citada en Liberal movements within Islam. Nasr Hamid Abu Zayd, Farag Foda, Abdullah al-Qasemi, Sayyid Al-Qemany -Sayyid Al-Qemany-, Muhammad Sa'id al-'Ashmawi -en:Muhammad Sa'id al-'Ashmawi-
  9. Hourani (1983), fuente citada en en:Islam and modernity
  10. Existe algún uso de las expresiones "islamismo conservador" -Kepel (2004), op. cit., pg. 32- e "islamismo tradicional" -Elorza, op. cit.-
  11. Moaddel (2005), fuente citada en en:Islamic Modernism
  12. Said, fuente citada en Islam and violence. Islam y guerra; Peters, fuente citada en Islam and war
  13. Entrevista a Jofre Montoto, Público, 30 de mayo de 2015:
    P- ¿Cómo definiría el yihadismo? R- Es una ideología política totalitaria cuya intención es el dominio global para aplicar la visión ultraortodoxa y politizada del Islam, tal y como ellos lo entienden, que no es el tradicional ni el ortodoxo. En cuanto al ortodoxo, puede ser un Islam poco evolucionado, se supone que es el que más se acerca a la norma islámica, a la norma coránica, pero no hay uno, no es el mismo en Arabia Saudita que en el Pakistán, aunque en el último siglo se hayan aproximado. Todos los ortodoxos no están exactamente de acuerdo con lo mismo, estamos hablando de una religión de mil millones de personas con más de mil años de tradición. El yihadismo politiza eso y le da un sentido del siglo XX, de gobierno totalitario, sin admitir ningún tipo de disensión interna ni de convivencia con ninguna otra fe. Lo rechaza todo. La gran innovación que hace, lo que le diferencia del islamismo político, incluso del más radical, es la doctrina del Takfir, establecida por el egipcio Said Qutb a principios de los 60, cuando estaba en las prisiones de Nasser. Según esta doctrina, todo aquel que no siga una vida musulmana estricta no es musulmán.

    P- ¿Y qué entendemos por estricta? R- La adhesión total a la norma: rezar cinco veces al día, no beber alcohol, tener una conducta personal muy ética dentro del Islam… En el Islam tradicional, incluso en el político, un musulmán que no rece cinco veces al día puede ser un mal musulmán pero no deja de serlo. Según el Takfir, como es un mal musulmán, es un no musulmán, es excomulgado y cuando excomulgas a alguien, puedes matarle.

    P- ¿Tienen una gran fobia europeísta? R- Sí, en gran medida el yihadismo es un movimiento antimodernista y totalitario en la línea de lo que fueron en su día los totalitarismos europeos. Por ejemplo, el fascismo italiano por un lado daba apoyo a las innovaciones técnicas pero por el otro reivindicaba un pasado épico inventado, era expansivo, imperialista.

    P- ¿Se parece al nazismo y al franquismo? R- Sí. Conocemos tres totalitarismos: el fascismo, el nazismo y el comunismo, con su versión soviética de la época, sobre todo en la era estalinista, pero son movimientos occidentales, de raíz judeocristiana. Y en el mundo musulmán ha surgido uno propio, casi un siglo más tarde porque su realidad histórica, social y política es otra, pero va en la misma línea: un control absoluto de la sociedad, hasta el punto que se carga todo aquel que se aparte de la norma y piense diferente. Y la expansión siempre es violenta. Es una expansión global imperialista, llegar y mantener el poder por medios violentos.

    P- ¿Es más violento que los totalitarismos europeos? R- No, lo que pasa es que nos sorprende más. Quizás porque no han llegado a gobernar en un Estado moderno y no han alcanzado los niveles del nazismo o el estalinismo, pero el tipo de propaganda y de atentados contra civiles sí que son nuevos. Los totalitarismos occidentales pretendían convencer, el yihadismo sí quiere convencer a los musulmanes pero no a cristianos o judíos para que se conviertan, su lema es: ‘o te conviertes o te mato’, no hay más.

    Mi vecino yihadista, en Estudios de Política Exterior, 30 de octubre de 2014. Amin Maalouf: “The Dissolution of World Orders”

    Maalouf recapitulates at length the history that led to the fact that the region is culturally, socially and politically held in low esteem. With the decline of the Arab-Islamic Empire began the rise of the Ottoman Empire; then the European colonial powers arrived in the region; then the state of Israel was founded and, in the years that followed, all of the wars waged against the Jewish state were lost, culminating in the defeat against Israel in the Six-Day War in 1967. These humiliations, sums up Maalouf, were also the downfall of secular guiding principles: nationalism, pan-Arabism, communism and socialism all ended up taking a back seat to a rapidly spreading ideology, Islamism. But do the Arabs belong to a particularly religious civilisation? No, says Maalouf, the motivation is an entirely different one, namely to hold on to the final symbol of what is their own, what cannot be shaken. It is not a religious feeling, but the search for a genuine identity and self-awareness that binds people to Islam. (Traducción: Maalouf recapitula en detalle la historia que condujo al hecho de que la región es cultural, social y políticamente tenida en baja estima. Con el declive del Imperio árabe-islámico comenzó el auge del Imperio Otomano; luego las potencias coloniales europeas llegaron a la región; luego se fundó el Estado de Israel y, en los años que siguieron, todas las guerras libradas contra el Estado judío se perdieron, culminando en la derrota contra Israel en la Guerra de los Seis Días en 1967. Estas humillaciones, resume Maalouf, fueron también el derrumbamiento de principios rectores seculares: el nacionalismo, el panarabismo, el comunismo y el socialismo, todo terminó relegado en favor de una ideología de rápida propagación, el islamismo. Pero, ¿los árabes pertenecen a una civilización particularmente religiosa? No, dice Maalouf, la motivación es otra completamente diferente, concretamente aferrarse a el símbolo final de lo que es propio, lo que no puede ser sacudido [?]. No es un sentimiento religioso, sino la búsqueda de una identidad genuina y autoconsciente que vincula a la gente [al pueblo] al islam).)
  14. Graeme Wood -Graeme Wood (journalist)-, Estado Islámico, crónica del horror, El País, 6 de mayo de 2015:
    Hasta hace no mucho, los occidentales que acusaban a los musulmanes de seguir ciegamente preceptos antiguos se granjeaban las críticas de algunos intelectuales –en particular, del difunto Edward Said– que señalaban que llamar “antiguos” a los musulmanes era, simplemente, otra forma de denigrarlos. En lugar de eso, nos decían estos académicos, debíamos fijarnos en el contexto en el que surgían esas ideas: países mal gobernados, costumbres sociales cambiantes, la humillación de vivir en unas tierras que solo se valoraban por el petróleo…

    Sin estos factores es imposible tener una visión completa del ascenso del Estado Islámico. Pero centrarse solo en ellos y excluir la ideología es un reflejo de otro tipo de sesgo propio de Occidente: considerar que si la religión no tiene importancia en Washington o Berlín, debe de ser igualmente irrelevante en Raqqa o Mosul. Pues bien, cuando un hombre enmascarado grita “Allahu Akbar” [Alá es el más grande] mientras decapita con un cuchillo a un apóstata, a veces lo hace por motivos religiosos.

    Muchas organizaciones musulmanas afirman que las prácticas del Estado Islámico son antiislámicas. Es tranquilizador saber que la mayoría de los musulmanes no tiene el más mínimo interés en sustituir las películas de Hollywood por vídeos de ejecuciones públicas para pasar un rato entretenido después de la cena. Ahora bien, los musulmanes que llaman antiislámico al Estado Islámico, explica el profesor de Princeton Bernard Haykel, el mayor experto en la teología de esa organización, “están avergonzados y son políticamente correctos, y tienen una visión edulcorada de su propia religión” que olvida “las exigencias históricas y legales de su fe”.

    Pankaj Mishra -Pankaj Mishra-, How to think about Islamic State, The Guardian, 24 de julio de 2015:

    The rash of pseudo-explanations – Islamism, Islamic extremism, Islamic fundamentalism, Islamic theology, Islamic irrationalism – makes Islam seem more than ever a concept in search of some content while normalising hatred and prejudice against more than 1.5 billion people. (Traducción: La erupción de pseudo-explicaciones - islamismo, extremismo islámico, fundamentalismo islámico, teología islámica, irracionalismo islámico - hace del islam más que nunca un concepto en búsqueda de algún contenido mientras se normaliza el odio y el prejuicio contra más de 1500 millones de personas).
  15. «Islam y democracia». 
  16. Islamisches Rechts- und Staatsverständnis. Islam und Staatsgewalt. Fuente citada en Heinz Halm. En árabe dīn ("religión") y daula ("Estado"); véase la cita de Hassan al-Banna en Islam. "Islam is Dīn, a complete way of life" ("Inside the Gender Jihad", p. 92, Amina Wadud, Oneworld Publications, 2006, fuente citada en en:Dīn). También se traduce por "fe", mientras que daula o al-Dawla también se traduce por "dinastía", y aparece en títulos desde el siglo X, frecuentemente combinándose con otros elementos como dīn (Ayubi, op. cit., fuente citada en en:al-Dawla).
  17. Periodista marroquí, citada en Cembrero, op. cit. Véase también semanario Nichane -Nichane-
  18. Esposito (2001), fuente citada en islamic socialism
  19. «Turquía refrenda en las legislativas el islamismo moderado de Erdogan», El País, 23 de julio de 2007
  20. Pour Romain Bertrand, historien spécialiste de l’Indonésie, «la distinction entre radicaux et modérés n’est pas opérante. Pour un islamiste indonésien, pas forcément violent, lui dire qu’il est “modéré”, c’est comme lui dire qu’il n’est croyant qu’à demi. La différence se fait entre les mouvements islamiques légalistes et insurrectionnels. “Radical” et “modéré” sont des catégories idiotes, qui nous font considérer qu’on est dans le même continuum, alors qu’on est dans des mondes différents. Certains mouvements acceptent la loi et l’Etat, d’autres les refusent. (citado en Confavreux, op. cit.).
  21. Aunque pueda parecer un oxímoron, se usan (aunque escasamente) expresiones como "integrismo moderado" (Roque, op. cit., pg. 170).

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