El minarquismo es una filosofía política que propone que el tamaño, papel e influencia del Estado en una sociedad libre debería ser mínimo, sólo lo suficientemente grande para proteger el espacio aeroterrestre de una nación. La minarquía es un modelo de un Estado cuyas únicas funciones son proporcionar a sus ciudadanos la policía, los militares y los tribunales, protegiéndolos de la agresión y el robo, y haciendo cumplir las leyes de propiedad.[1][2][3] El historiador Charles Townshend describió al Reino Unido del siglo XVIII como la abanderada de esta forma de gobierno entre los países europeos.[4]
El término quizás es más frecuentemente usado para denominar a los libertarios, que buscan y defienden la existencia de un Estado que proteja la libertad individual sin violentarla él mismo, y para diferenciarse de los anarcocapitalistas, que consideran que el Estado es inherentemente una violación de la libertad individual. Los minarquistas sostienen que un gobierno mínimo es necesario para preservar la libertad negativa (neutralidad de las leyes y la invasión de ejércitos de Estados no minarquistas). Esta teoría política está vinculada a la tradición antiestatista, que promueve la abolición de la mayor cantidad de funciones estatales posibles.
El término fue acuñado en 1971 por el anarquista de mercado Samuel Konkin.[5][6][7]