Se denomina muggle al ser humano que no tiene ninguna habilidad mágica; de este modo, el término designa a uno de los grupos humanos que coexisten en el universo de Harry Potter, ideado por la escritora británica J. K. Rowling. La gran mayoría de los muggles desconocen la existencia de la magia o se muestran renuentes a creer en ella; parte de este desconocimiento se debe a que el Ministerio de Magia —entidad gubernamental que rige la comunidad mágica de Gran Bretaña e Irlanda— se encarga de mantener cualquier manifestación sobrenatural fuera del campo de percepción de los no magos. Como se ve en Harry Potter y el misterio del príncipe, el ministro de Magia se encuentra en contacto con la autoridad del poder ejecutivo de cada país.
Entre los magos, las actitudes hacia los muggles y su cultura son muy diversas: algunos como Albus Dumbledore o Arthur Weasley respetan y hasta demuestran fascinación por la cultura de los no magos. Otros, como las facciones más conservadoras de la comunidad mágica o lord Voldemort y sus mortífagos, oscilan entre la renuencia al trato con los muggles y el abierto odio, llegando incluso a organizar campañas contra estos o asesinatos por mera diversión. Este odio está motivado por una creencia en el linaje según la cual los no magos y el nacimiento de hijos concebidos con muggles está mal visto.
Debido a la popularidad de la saga Harry Potter, el término "muggle" con el significado que se desprende de las novelas de Rowling se agregó al Oxford English Dictionary a partir del año 2002.[2] Además, en el habla popular se han dado usos extendidos del término que exceden a los que el diccionario registra.