La Mundaka-upanishad (siglo III a. C.) es una de las primeras y principales Upanishads, un género de más de 200 escrituras hinduistas.
Así como cada Upanishad principal logró «filtrarse» en la recitación diaria ―de memoria― alguno de los cuatro antiguos Vedas, la Mundaka-upanishad se recita desde fines del I milenio a. C. junto con el Átharva-veda (de principios del I milenio a. C.). Se la llama también Atharvana-upanishad.
Hacia el siglo IX d. C., el escritor indio Adi Sankará escribió un comentario donde desarrolló las ideas vedánticas contenidas en esta Upanishad.
En la lista de 108 Upanishads que aparece en la Muktika-upanishad (siglo XII a. C.), la Mundaka figura como quinta.
Es una mantra-upanishad, es decir, tiene la forma de mantras. Pero, como observan los comentaristas, aunque está escrita en verso, no fue hecha para ser utilizada en los rituales védicos, como sí lo son otros mantras.
Su único objetivo es enseñar el conocimiento más elevado, el conocimiento del Brahman, que no se puede obtener mediante sacrificios de animales (prescritos en los Vedas) ni por la adoración (upasana), sino solamente mediante la meditación explicada en las Upanishad.