El nepotismo o enchufismo es el uso de un cargo, ya sea en el sector público o en la empresa privada, para nombrar a familiares o amigos para determinados empleos o darles otros favores, sin importar el mérito para ocupar el cargo, sino su lealtad o alianza.[1]
Manuel Ossorio lo define como la "desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las gracias o empleos públicos".[2]
En sociedades donde se valora positivamente la meritocracia (en su concepción de darwinismo social), el nepotismo es generalmente considerado una forma de corrupción.
De acuerdo con el numeral 2 del artículo 21 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: "Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de equidad, a las funciones públicas de su país". Por lo que el nepotismo violenta el derecho humano de acceso a funciones públicas de todos aquellos que se ven privados de oportunidades para competir justamente por un cargo público.
Aunque el nepotismo se puede dar tanto en el sector público como en el privado, la diferencia es que en el primero rigen principios generales como el "interés general", tutelados por los poderes públicos, mientras que en el segundo rige la "autonomía de la voluntad" o el "derecho a la propiedad", es decir, su tutela viene determinada por el propio empresario, propietario y gestor de los medios de producción, en su propio interés y provecho.