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Phorusrhacidae

Phorusrhacidae
Rango temporal: 53 Ma - 0,0176 Ma
Eoceno - Pleistoceno

Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Aves
Orden: Cariamiformes
Superfamilia: Phorusrhacoidea
Familia: Phorusrhacidae
Ameghino, 1889[1]
Especie tipo
Phorusrhacos longissimus
Ameghino, 1887
Subfamilias
  • Brontornithinae Moreno & Mercerat, 1891
  • Mesembriornithinae Kraglievich, 1932
  • Patagornithinae Mercerat, 1897
  • Phorusrhacinae Ameghino, 1889
  • Psilopterinae Dolgopol de Saez, 1927
Sinonimia
  • Phororhacosidae Ameghino, 1889
  • Pelecyornidae Ameghino, 1891
  • Brontornithidae Moreno & Mercerat, 1891
  • Darwinornithidae Moreno & Mercerat, 1891
  • Stereornithidae Moreno & Mercerat, 1891
  • Phororhacidae Lydekker, 1893
  • Patagornithidae Mercerat, 1897
  • Hermosiornidae Rovereto, 1914
  • Psilopteridae Dolgopol de Saez, 1927
  • Devincenziidae Kraglievich, 1932
  • Hermosiorniidae Kraglievich, 1932
  • Mesembriorniidae Kraglievich, 1932
  • Hermosiornithidae Wetmore, 1934

Los fororrácidos[2]​ o forusrácidos[3]​ (Phorusrhacidae) es una familia extinta de aves cariamiformes conocidas también como aves del terror, porque sus especies más grandes eran superdepredadores en las regiones que habitaron, principalmente en América del Sur. [4]

El registro fósil más antiguo de la familia corresponde Paleopsilopterus itaboraiensis del Itaboraiano (entre 53 y 50 Ma),[5]​por otro lado el más reciente corresponde a un espécimen de hace aproximadamente 17 600 años (Pleistoceno tardío);[6]​marcando así un rango temporal que abarca desde hace 60 Ma hasta hace 17 600 años.

Su tamaño iba desde 1 a 3 metros de altura. Se considera que sus parientes más cercanos en la actualidad son las chuñas o seriemas, que miden alrededor de 80 centímetros de alto. Titanis walleri, una especie de gran tamaño, ha sido hallada en Estados Unidos (estados de Texas y Florida) en América del Norte. Esto convierte a los fororrácidos en los únicos grandes depredadores suramericanos que migraron hacia el norte durante el Gran intercambio americano que siguió a la formación del puente terrestre del istmo de Panamá (el pulso principal del intercambio comenzó hace unos 2,6 millones de años; Titanis, con una edad de 5 millones de años fue un migrante temprano).[7]

Alguna vez se creyó que T. walleri se extinguió en América del Norte por la época en que llegaron los primeros seres humanos allí,[8]​ pero dataciones posteriores de los fósiles de Titanis no proporcionaron evidencia de que hubiera sobrevivido más allá de hace 1,8 millones de años.[9]​ Por otra parte, hay informes de Uruguay de hallazgos de una forma relativamente pequeña (Psilopterus) que datan de hace 18 000 años[6]​ y 96 000 años[10]​ implicarían que estos fororrácidos sobrevivieron allí hasta fechas muy recientes (es decir, hasta el final del Pleistoceno); el informe inicial de la fecha más reciente ha sido cuestionado.[11]

Los fororrácidos pueden haber incluso logrado llegar hasta África; el género Lavocatavis fue descubierto en Argelia, pero su estatus como un fororrácido verdadero es debatido.[12]​ También se ha identificado una posible forma europea, Eleutherornis, lo que sugiere que este grupo tuvo una distribución geográfica mucho más amplia durante el Paleógeno.[13][14]

Los cercanamente relacionados batornítidos ocuparon un nicho ecológico similar en América del Norte desde el Eoceno hasta el Mioceno inferior; algunos, como Paracrax, eran similares en tamaño a los grandes fororrácidos.[15][16]​ Al menos un análisis concluyó que Bathornis es un taxón hermano de los fororrácidos, con base en los rasgos compartidos de las mandíbulas y el coracoides,[17]​ si bien esto ha sido refutado, ya que estos rasgos pudieron haber evolucionado independientemente debido al mismo estilo de vida carnívoro y terrestre.[18]

  1. Ameghino, F (1889). «Contribuición al conocimiento de los mamíferos fósiles de la República Argentina». Actas Academia Nacional Ciencias de Córdoba 6: 1-1028. 
  2. Jones Grinberg, W. W. (2010). Nuevos aportes sobre la paleobiología de los fororrácidos (Aves: Phorusrhacidae) basados en el análisis de estructuras biológicas Archivado el 14 de julio de 2021 en Wayback Machine.. Universidad de la República - Facultad de Ciencias, Uruguay.
  3. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas Nasif2009
  4. Blanco, R. E.; Jones, W. W. (2005). «Terror birds on the run: a mechanical model to estimate its maximum running speed». Proceedings of the Royal Society B 272 (1574): 1769-1773. PMC 1559870. PMID 16096087. doi:10.1098/rspb.2005.3133. 
  5. Alvarenga, Herculano M.F.; Höfling, Elizabeth (2003). «Systematic revision of the Phorusrhacidae (Aves: Ralliformes)». Papéis Avulsos de Zoologia (São Paulo) 43 (4). ISSN 0031-1049. doi:10.1590/s0031-10492003000400001. Consultado el 3 de diciembre de 2023. 
  6. a b Alvarenga, Herculano; Jones, Washington; Rinderknecht, Andrés (1 de mayo de 2010). «The youngest record of phorusrhacid birds (Aves, Phorusrhacidae) from the late Pleistocene of Uruguay». Neues Jahrbuch für Geologie und Paläontologie - Abhandlungen 256 (2): 229-234. ISSN 0077-7749. doi:10.1127/0077-7749/2010/0052. Consultado el 3 de diciembre de 2023. 
  7. Woodburne, M. O. (14 de julio de 2010). «The Great American Biotic Interchange: Dispersals, Tectonics, Climate, Sea Level and Holding Pens». Journal of Mammalian Evolution 17 (4): 245-264. PMC 2987556. PMID 21125025. doi:10.1007/s10914-010-9144-8. 
  8. Baskin, J. A. (1995). «The giant flightless bird Titanis walleri (Aves: Phorusrhacidae) from the Pleistocene coastal plain of South Texas». Journal of Vertebrate Paleontology 15 (4): 842-844. doi:10.1080/02724634.1995.10011266. 
  9. MacFadden, Bruce J.; Labs-Hochstein, Joann; Hulbert, Richard C.; Baskin, Jon A. (2007). «Revised age of the late Neogene terror bird (Titanis) in North America during the Great American Interchange». Geology 35 (2): 123-126. S2CID 67762754. doi:10.1130/G23186A.1. 
  10. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas Ubilla2018
  11. Agnolin, F. (2013). La posición sistemática de Hermosiornis (Aves, Phororhacoidea) y sus implicancias filogenéticas. Revista del Museo Argentino de Ciencias Naturales nueva serie, 15(1), 39-60.
  12. Mourer-Chauviré, C. (2011). «A Phororhacoid bird from the Eocene of Africa». Naturwissenschaften 98 (10): 815-823. PMID 21874523. S2CID 19805809. doi:10.1007/s00114-011-0829-5. 
  13. Delphine Angst et al. (2013). A Large Phorusrhacid Bird From the Middle Eocene of France Archivado el 6 de diciembre de 2019 en Wayback Machine..
  14. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas Eleutherornis
  15. Benton, R. C.; Terry, D. O. Jr.; Evanoff, E.; McDonald, H. G. (25 de mayo de 2015). The White River Badlands: Geology and Paleontology. Indiana University Press. p. 95. ISBN 978-0253016089. 
  16. Cracraft, J. (1968). «A review of the Bathornithidae (Aves, Gruiformes), with remarks on the relationships of the suborder Cariamae». American Museum Novitates 2326: 1-46. hdl:2246/2536. 
  17. Federico L. Agnolin (2009). "Sistemática y Filogenia de las Aves Fororracoideas (Gruiformes, Cariamae)" (PDF). Fundación de Historia Natural Felix de Azara: 1–79.
  18. Mayr, G.; Noriega, J. (2013). «A well-preserved partial skeleton of the poorly known early Miocene seriema Noriegavis santacrucensis (Aves, Cariamidae)». Acta Palaeontologica Polonica. doi:10.4202/app.00011.2013. 

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