Portuno (Portunus o Portumnus, en latín) era, en la mitología romana, el dios de las llaves y puertas y de la ganadería, así como el protector de los almacenes de grano. Probablemente por la asociación entre la palabra porta ('puerta') y portus ('puerto'), la 'puerta de entrada' a la mar, Portuno más tarde se combinó con el dios Palemón y se convirtió en un dios principalmente de las puertas y los puertos. En el adjetivo latino importunus su nombre se aplicó a las ondas a destiempo y el clima y los vientos contrarios, y ha derivado al español en el verbo «importunar».
Su fiesta se celebraba el 16 de agosto, el decimoséptimo día antes de la calendas de septiembre: las Portumnalia, una ocasión de menor importancia en el año romano. En este día, las llaves eran arrojadas al fuego para buscar la buena suerte de una manera muy solemne y lúgubre. Su atributo era una llave y su templo principal en la ciudad de Roma, el templo de Portuno, se encontraba en el Foro Boario.