Un productor ejecutivo de cine, televisión o nuevos medios, de forma general, supervisa la realización de un producto de entretenimiento: puede influir en la formación de la historia, el guion o contribuir activamente al presupuesto, su recaudación y administración, suele participar a nombre del estudio que produce, y defender los intereses de este.[1][2][3] En algunas ocasiones se encuentra en la cima del mando, incluso sobre los productores, y tiene una visión global, se puede comprender como una especie de padrino del proyecto. A diferencia de lo que suele ocurrir en las Artes Escénicas y dependiendo de los modos o sistemas de producción vigentes de cada país, el productor ejecutivo suele ser el segundo al mando de una producción y a las órdenes del productor general, empresario privado o institución pública promotora, quienes le delegan las funciones ejecutivas de diseñar la producción y llevarla adelante en las mejores condiciones.
A nivel práctico las obligaciones de un productor ejecutivo varían entre los medios donde operen y de forma notable entre culturas, países, e incluso, entre empresas del mismo país.[4]