Pseudohistoria o seudohistoria es una forma de discurso que intenta poner en cuestión el relato histórico, utilizando una metodología de investigación que no respeta los procedimientos y técnicas propias de la historiografía.[1] La pseudohistoria se caracteriza por sesgar la investigación, es decir estudiar los hechos que coinciden con sus postulados previos, adecuar las hipótesis para que se ajusten a la teoría, dejar de lado las técnicas de datación, contrastación de documentos y análisis del texto, como también por ignorar deliberadamente los trabajos previos, rechazar el diálogo con otros investigadores y estudiar los hechos, muy pocas veces los procesos históricos, utilizando modos de investigación ampliamente superados.
Suele presentarse, además, como rupturista, anti académica, sensacionalista y descubridora de supuestas conspiraciones. Por lo general deja de lado las demostraciones en favor de las insinuaciones y las sospechas.[2]
En algunos casos se usa el término «criptohistoria» por analogía con «criptozoología» para referirse al texto de carácter histórico relacionado con el ocultismo.
Pseudohistoria es un concepto derivado del más amplio: pseudociencia y se relaciona muchas veces con la llamada pseudoarqueología. El uso de estos conceptos puede superponerse.