Los suevos eran un gran grupo de los pueblos germánicos mencionado por primera vez por Julio César en el marco de la campaña de Ariovisto en la Galia, c. 58 a. C. Mientras que César los trataba como a una tribu germánica, aunque la mayor y más belicosa, autores posteriores como Tácito, Plinio el Viejo y Estrabón especificaron que los suevos "no son, como los catos o téncteros, constituyentes de una sola nación". En realidad ocupaban más de la mitad de Alemania y se dividían en una serie de tribus distintas bajo nombres diferentes, aunque todos en general eran llamados "suevos". En un momento, la etnografía clásica había aplicado el nombre de "suevos" a tantas tribus germánicas que parecía como si en los primeros siglos este nombre nativo reemplazaba el nombre extranjero "germanos".
Autores clásicos observaron que las tribus suevas, en comparación con otras tribus germánicas, eran muy móviles y no dependían de la agricultura. Varios grupos suevos abandonaron la ubicación del mar Báltico, convirtiéndose en una amenaza periódica para Roma. Hacia el final del Imperio, los alamanes, también conocidos como suevos, se asentaron en el Agro Decumates y luego cruzaron el Rin y ocuparon Alsacia. Un grupo permaneció en la región que hoy todavía se llama Suabia, un área en el suroeste de Alemania, cuyo nombre actual deriva de los suevos. Otros se trasladaron hasta Gallaecia (actuales Galicia, Asturias y León en España, y el norte de Portugal) y establecieron un reino allí que duró 170 años hasta su sometimiento por los visigodos y posterior integración en el Reino visigodo de Toledo.
Etimólogos trazan el nombre del protogermánico *swēbaz, ya sea basándose en la raíz protogermánica *swē- que significa "uno mismo" pueblo, o en la tercera persona del pronombre reflexivo; o desde una anterior raíz indoeuropea *swe-. Las fuentes etimológicas enumeran los siguientes nombres étnicos también de la misma raíz: suiones, semnones, samnitas, sabelli, sabinos, lo que indica la posibilidad de un nombre étnico indoeuropeo anterior, "nuestra propia gente". Alternativamente, puede haber sido tomado de una palabra celta para "vagabundo".
Su población a inicios del siglo V era de 20.000 a 25.000 personas (de ellas, entre seis y siete mil guerreros), cuando cruzaron el Rin;[1][2] quizás entre 30.000 y 40.000 personas al fundar su reino en la actual Galicia.[3]