El realismo indirecto, realismo representativo o representacionismo materialista surge en la filosofía de la percepción y de la mente y sostiene que el mundo que vemos a nuestro alrededor es una copia perceptiva interna de otro mundo externo real generado por procesos neuronales en nuestro cerebro.[1][2] Se opone al realismo directo o inmediato, que sostiene que percibimos el mundo exterior directamente tal y como es. En contraste a estas dos ideas, algunas formas de idealismo afirman que no existe un mundo exterior aparte de las ideas dependientes de la mente.[3][4][5]
En términos generales, el realismo indirecto es equivalente a la visión difundida de la percepción en las ciencias naturales que establece que no podemos percibir el mundo externo como realmente es, sino que solo conocemos nuestras ideas e interpretaciones de cómo es el mundo. Similarmente al dualismo epistemológico de la alegoría de la caverna de Platón, el realismo indirecto es una teoría de tres partes: perceptor (sujeto), percepción y el objeto.