Rodrigo de Osona o Roderic de Osona fue un pintor español, activo en Valencia entre 1440 y 1518.
Aunque se le ha supuesto un primer periodo de formación en Ferrara, Padua o Venecia, su estancia en Italia no se ha comprobado. Entre sus obras destacan el Retablo del Calvario de la iglesia de San Nicolás de Valencia, firmado en 1476 y a través del cual se le han podido atribuir otras obras como la Piedad, conservada en el Museo de Bellas Artes de Valencia, y realizada entre 1485 y 1490. Obra característica de su capacidad de aunar influencias flamencas e italianizantes, el retablo de San Nicolás, contratado con el vicario Juan Albarrací, incorpora también imágenes tomadas de Bartolomé Bermejo y el mismo recurso a firmar en un pliego de papel o pergamino doblado parece tomado del San Miguel del cordobés.[1]
Con una formación básicamente hispanoflamenca y relacionado con Bartolomé Bermejo, en Valencia por los mismos años en los que Osona pudo realizar su aprendizaje y con quien, en torno a 1485, colaboró en la pintura del tríptico de la Virgen de Montserrat de la catedral de Acqui Terme (Italia), está considerado como uno de los introductores de las formas renacentistas en la pintura española, llegando a un sentido pleno del italianismo quattrocentista. Sin embargo, las influencias italianas se ven matizadas por el conocimiento y la aplicación de fórmulas propias de la pintura flamenca, como es la expresividad alejada de la idealización.
Los aspectos de amabilidad y dulzura atienden más a razones de tipo devocional que a una visión racionalizada y rigurosa de la realidad. A pesar de ello, sus cuadros muestran una preocupación por la ambientación natural y arquitectónica de las escenas y un extraordinario dominio de la pintura al óleo.