Segunda Intifada | ||||
---|---|---|---|---|
Parte de conflicto israelí-palestino | ||||
Miembros de las Fuerzas de Defensa de Israel en la ciudad palestina de Nablus en 2002. | ||||
Fecha | 28 de septiembre de 2000-8 de febrero de 2005 | |||
Lugar | Israel y Palestina | |||
Resultado |
Supresión de la Intifada
| |||
Beligerantes | ||||
Comandantes | ||||
Bajas | ||||
| ||||
| ||||
Se denomina Intifada de Al-Aqsa o Segunda Intifada a la oleada de violencia que se inició a partir del 29 de septiembre de 2000 en Palestina e Israel.[3][4]
En septiembre de 2000, en pleno debate sobre el futuro de Jerusalén tras la cumbre de Camp David, el entonces líder de la oposición israelí, Ariel Sharón, visitó la zona exterior del recinto de la Cúpula de la Roca y la mezquita de Al-Aqsa, con el permiso del jefe de la seguridad israelí en Cisjordania. Esta visita, interpretada como una gravísima provocación por parte de la población palestina, provocó algunos incidentes y choques entre estos y las fuerzas de seguridad, aunque ninguno de ellos de gravedad.[5][6] No obstante, al día siguiente, durante la plegaria del viernes y con la tensión entre ambas poblaciones en aumento, cientos de jóvenes musulmanes apedrearon desde la Explanada de las Mezquitas a los fieles judíos congregados ante el Muro de las Lamentaciones. La policía israelí disparó usando fuego real, matando a siete palestinos, extendiéndose los incidentes por toda la parte árabe de Jerusalén.[7]
Como respuesta a este ataque, y al cada vez más deteriorado y empantanado proceso de paz, Israel ocupó de nuevo algunos de los territorios que había liberado durante horas o semanas. En esta Intifada se comenzaron a generalizar los atentados suicidas. Los blancos de estos ataques suicidas fueron lugares frecuentados por los civiles israelíes como centros comerciales, restaurantes y las redes de transporte público, así como zonas donde se reunían militares israelíes, como paradas de autobús o cuarteles.[8] Por su parte, las autoridades israelíes pusieron en práctica los asesinatos extrajudiciales contra dirigentes palestinos vinculados a actividades terroristas, familiares de los mismos y civiles próximos.
La Intifada de Al-Aqsa tuvo un elevado coste humano para ambos bandos. Del lado israelí, se convirtió en el tercer conflicto con mayor número de bajas en la historia de este país, superando a la Guerra de los Seis Días, la Guerra de Suez, la primera y Segunda Guerra del Líbano o la Guerra de Desgaste. Del lado palestino, una parte importante de los fallecidos fueron menores de edad, a lo que se añadió la destrucción de muchas de sus infraestructuras, la construcción del muro de separación israelí y la reocupación temporal de algunas de sus ciudades.