El término spolia (del latín spolium[1] = despojo, presa, botín plural spolia[2]) describe partes de edificios y otros restos como relieves y esculturas, frisos, piedras de arquitrabes, restos de columnas y capiteles procedentes de edificios más antiguos, reutilizadas en nuevos edificios.[3]
El término spolia es un elemento de carácter decorativo o arquitectónico, donde su fin, es ser reutilizado en una obra, principalmente en fragmentos de edificio. Podemos conocer de estas reutilizaciones por medio de las arquitecturas romanas y bizantinas ya que, se introducían diferentes elementos a menudo como columnas, esculturas y materiales para las nuevas construcciones. Hay que mencionar que el término “spolia” es un concepto moderno, basado en la terminología arquitectónica de la historia del arte. Que deriva de la pablara en latín “spolium” que significaba: “piel arrancada a un animal” o de forma más amplia “trofeo de soldado” o simplemente “trofeo”. (Brenk, 1985) [4]
Los spolia serían un nuevo medio artístico, siendo una novedosa estética que funciona con objetos reutilizables. Estas piezas reutilizables eran de calidades variables, con la que se aspiraba a la “varietas” que era un término en la Antigüedad tardía y en la Edad Media, ya que en esta nueva estética del Emperador Constantino no hay una unidad, sino un “varietas”, lo que dio lugar a la mezcla de órdenes arquitectónicos, cánones, mosaicos... Este reutilizamiento de elementos de otros monumentos no se debía a la poca afluencia de dinero, pues el emperador tenía dinero suficiente, pero más tarde, durante los siglos IV, V y VI, los spolia se debe a las dificultades en la economía.
Algunos objetos eran ofrecidos como presentes o regalos, logrando que estando en nuevos contextos estos cambien de significado, incluso de religión. La rareza de los elementos incorporados, ocasionan una gran atención y crea una especulación sobre los mismos que en algunas ocasiones designan un lugar entre lo terreno y lo divino. (Kessler, 2022).[5]