El antinatalismo es la posición filosófica, política o demográfica contraria a la reproducción y el nacimiento de nuevos seres humanos. El antinatalismo atribuye un valor negativo a la procreación. Los antinatalistas argumentan que las personas deben abstenerse de procrear ya que es un acto éticamente incorrecto. Algunos también reconocen la procreación de otros seres sintientes como moralmente incorrecta.[1][2]
El antinatalismo puede tener fundamentos filosóficos, de carácter ético y moral, políticos y demográficos.[3] Puede ser defendido a título individual, por asociaciones, o por gobiernos y organismos internacionales que desarrollen políticas de población antinatalistas para alcanzar objetivos socioeconómicos y estratégicos que requieren un óptimo de población.
El término «antinatalismo» se establece en oposición al término «natalismo» o «pro-natalismo».