Arcangelo Corelli | ||
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Arcangelo Corelli. | ||
Información personal | ||
Nacimiento |
17 de febrero de 1653 Fusignano (Italia) | |
Fallecimiento |
8 de enero de 1713 (59 años) Roma (Estados Pontificios) | |
Sepultura | Panteón de Agripa | |
Nacionalidad | italiana | |
Religión | catolicismo | |
Lengua materna | italiano | |
Educación | ||
Alumno de | Giovanni Battista Bassani | |
Información profesional | ||
Ocupación | Compositor, violinista y violista | |
Años activo | desde 1672 | |
Alumnos | Pietro Locatelli, Francesco Geminiani, Giovanni Battista Somis y Francesco Gasparini | |
Movimiento | Barroco | |
Género | Música del Barroco y música clásica | |
Instrumento | Violín | |
Obras notables | 12 concerti grossi, op. 6 | |
Miembro de | Academia de la Arcadia | |
Arcangelo Corelli (Fusignano; 17 de febrero de 1653-Roma; 8 de enero de 1713) fue un violinista y compositor del período barroco italiano.
Se formó en Bolonia y Roma, y desarrolló gran parte de su carrera en esta ciudad, gracias también a la protección de grandes mecenas aristócratas y eclesiásticos.[1] Aunque toda su producción se limita a solo seis colecciones de obras publicadas —una de concerti grossi y las demás sonatas a trío o para un instrumento solo—, alcanzó gran fama y éxito en toda Europa, cristalizando además modelos de amplia influencia.[2][3]
Su escritura fue admirada por su equilibrio, refinamiento, armonías suntuosas y originales, la riqueza de sus texturas, el efecto majestuoso de su teatralidad y su polifonía clara y melodiosa, cualidades consideradas una expresión perfecta de los ideales clásicos, a pesar de pertenecer a la época barroca y emplear en muchas ocasiones recursos propios de esta escuela, como la exploración de contrastes dinámicos y expresivos, pero siempre atemperados por un gran sentido de la moderación.[4][5][6] Fue uno de los primeros en aplicar plenamente, con un propósito expresivo y estructurante, el nuevo sistema tonal recientemente consolidado después de al menos doscientos años de experimentación.[5] Trabajó regularmente como director o violinista solista para representaciones de óperas, oratorios y otras obras, además de participar activamente en la evolución de la orquesta sinfónica tradicional.[7] Como violinista virtuoso fue considerado uno de los más grandes de su generación y contribuyó, gracias al desarrollo de las modernas técnicas interpretativas y a sus numerosos discípulos repartidos por toda Europa, a colocar el violín entre los instrumentos solistas más prestigiosos.[8][5][9][10]
Figura dominante en la vida musical romana hasta sus últimos años y muy apreciado internacionalmente,[11] fue disputado por numerosos tribunales y admitido en la sociedad artística e intelectual más prestigiosa de su tiempo, la Academia de la Arcadia. Conocido en su época como «el nuevo Orfeo»,[1] "el príncipe de los músicos” y otros adjetivos similares, en torno a su figura se generó un gran folklore y su fama no disminuyó tras su muerte.[3][12]Aún hoy su obra es objeto de una voluminosa bibliografía crítica y sus sonatas siguen siendo ampliamente utilizadas en las academias de música como material didáctico y como piezas capaces de consolidarse en el repertorio concertístico actual.[6] Su posición en la Historia de la música occidental se considera crucial, siendo reconocido como uno de los más grandes maestros entre el siglo XVII y el siglo XVIII, así como uno de los primeros y más grandes clasicistas.[1][13][11][14][7][15]