Bey o beg (en turco otomano: بك, romanizado: beğ, en turco: bey, en azerí: bəy, en turcomano: beg, en uzbeko: бек, en kazajo: би/бек, en tártaro: бәк, romanizado: bäk, en albanés: beu/bej, en serbocroata: beg, en persa: بیگ, romanizado: beyg/beigh o بگ, en tayiko: бек, en árabe: بك, romanizado: bak, en griego: μπέης) es un título de origen turco adoptado por diferentes tipos de gobernantes dentro del territorio del antiguo Imperio otomano. Fue también el título de los monarcas de Túnez. Se pospone al nombre.[1][2]
Originalmente es un título que las tribus turcomanas usaban para designar a su jefe. Lo utilizó el monarca otomano hasta 1394, cuando Bayaceto I adoptó el título de sultán. El título de bey pasó a designar a los gobernadores de las provincias, que en ocasiones llegaron a ser casi independientes de Estambul (por ejemplo, los de Bursa y Edirne antes de 1453). Los beyes a menudo tenían sus propias banderas.
En 1705, pasó a llamarse bey el soberano de Túnez.
En algunos lugares, como Albania, se llamaba beg a los alcaldes de los pueblos.
El título de bey tiene también un carácter honorífico. Ya en época otomana se utilizaba a veces como tratamiento similar al inglés sir. Tras la proclamación de la república de Turquía, se democratiza el uso y pasa a significar "señor", susceptible de aplicarse a cualquier persona en un contexto formal.
La dignidad de bey o el territorio sometido a su autoridad se llama beylicato.