Una cama es un mueble que se utiliza para acostarse a dormir o descansar,[1] aunque también suele usarse para otras actividades: leer, sentarse, mantener relaciones sexuales, comer, jugar, reposar en períodos de enfermedad, ver la televisión.
Las camas se presentan en un amplio abanico de formas y tamaños. Las primeras eran poco más que pilas de paja o algún otro material natural que se extendían por la noche sobre el suelo y se recogían durante el día. Un avance importante constituyó el elevarlas para evitar inundaciones, suciedades, infecciones o mordeduras de serpiente.
Las camas pueden tener un cabecero para apoyarse, y pueden tener barandillas laterales y pieceros. Las camas "sólo cabecero" pueden incorporar un "guardapolvo", un "faldón de cama" o una "cenefa" para ocultar el armazón de la cama. Para apoyar la cabeza, se suele colocar una almohada de material suave y acolchado en la parte superior del colchón. Para aislar al durmiente se suele utilizar algún tipo de manta, a menudo sábana, una colcha o un edredón, denominados colectivamente ropa de cama. La ropa de cama es la parte de la cama que no es mueble y que se puede quitar para lavarla o airearla.